
Nací en Buenos Aires en 1956. Me gradué de Contador Público en la Universidad de Buenos Aires en 1979. Mi carrera profesional se desarrolló en el ámbito de la consultoría y de las empresas de servicio, desempeñándome en las últimas dos décadas en posiciones ejecutivas en instituciones de salud.
A la par y desde muy joven, desarrollé mi vocación por la literatura, las humanidades y la historia argentina y comprendí que la vocación es una fuerza maravillosa que nace del espíritu, llena de energía vital a nuestra existencia y le quita todo vestigio de incertidumbre.
Por eso, pude escribir que “la entrega irrestricta a una vocación es condición necesaria para alcanzar la realización personal”. Fiel a esa premisa de vida, en el año 2002 publiqué La riqueza de las personas – El humanismo en el siglo XXI, donde postulo un renacimiento del humanismo afincado en el progreso moral y tecnológico que ha alcanzado Occidente.
Posteriormente, inicié mi análisis de la historia argentina en una trilogía que incluyó Mayo, la Revolución inconclusa (1516-1916), año 2008, La democracia limitada (1916-1943), año 2011, y Las trayectorias argentinas, año 2015.
En estos libros plasmé el enfoque del institucionalismo histórico para terciar en la clásica polémica entre historia oficial y revisionismo y rescaté los ideales de Mayo, Progreso y Democracia, tal como los concibiera la Generación del 37.
Publico regularmente artículos sobre historia, economía y política argentina en los diarios La Nación, La Prensa, Río Negro y El Litoral.
En el año del Bicentenario he dado conferencias sobre historia argentina en diversas instituciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Soy miembro del Club Político Argentino, consejero de la Fundación Ortega y Gasset Argentina e integro la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Cultura Inglesa.
Me apasionan la música y los deportes desde mi adolescencia y, en estos días, correr al aire libre, ir a la cancha de Racing y hacer trekking. Junto a Lesley y mis chicos, escaparnos para viajar es una aventura inagotable al igual que una caminata al atardecer o una lectura plácida al calor del hogar.